Recuerde que las gemas de origen orgánico o porosas (ópalo, perla, turquesa, coral, madreperla, esmeralda, marfil), son porosas y por su composición o fragilidad requieren ser tratadas con mas “mimo” al ser llevadas puestas.

Todas son susceptibles de ser dañadas bien por productos químicos, como los cosméticos, bien por los golpes o por la simple suciedad.

Si alguna de sus joyas lleva engarzada alguna de estas piedras, no dude en quitárselas si va a realizar alguna tarea que conlleve una situación de las mencionadas anteriormente.

Especialmente para el uso de cosméticos se recomienda que las joyas sean lo último que se ponga, el perfume, las lacas y el maquillaje (incluso la crema hidratante) acaban con el brillo de de estas piedras, en el caso de las perlas de manera irreversible.

Algunos de sus anillos de oro, sobre todo los de oro amarillo, se deformaron por debajo si se las cambia de dedo, pues al ser el oro un metal blando, tenderá a adaptarse a su dedo y la deformación que comienza por abajo se extenderá, pudiendo llegar a producir que se abran las “camas” de las piedras donde van engarzadas facilitando su pérdida.

Si se ha partido un termómetro, aléjese de él, pues el mercurio, aparte de ser extremadamente nocivo para su salud, se adherirá fuertemente a sus joyas.

Sólo un joyero mediante abrillantado o pulido podrá quitar este mercurio, en cualquier caso su joya, si es de un quilataje alto (18) no sufrirá el menor daño.

El llamado “oro blanco” no es tal, realmente es gris. Los joyeros usan una última capa de rodio pera mejorar el color.

Si eventualmente esta capa se desprendiese por arañazos, comprobará realmente cual es el color del  llamado oro blanco.

Recuerde nuevamente que el oro es más duro cuanto menor quilataje tenga, pero también se vuelve más duro en función de la aleación que se use, así el oro blanco es mucho más duro que el amarillo y ocurre que, por ejemplo al llevar dos sortijas juntas de diferente color, el blanco araña al amarillo, quedándose este amarillo adherido al blanco. Esto también se soluciona con un leve abrillantado de la pieza.

Las piedras preciosas, zafiro, rubí, y diamante lo arañan todo, especialmente se arañan entre ellas.
Es bien sabido que el diamante ocupa el puesto 10 en la escala de dureza, sin embargo, es menos sabido que es 168.000 veces mas duro que la piedra que ocupa el puesto 9, el rubí, por tanto hemos de tener cuidado al llevar mas de una sortija con piedras. Si comprueba que una piedra de un anillo toca a la de otra, es mejor que cambie una de los anillos a otro dedo que tenga igual medida.

Esto es valido para todas las piedras pero especialmente cuando las dos piedras que se tocan son diamantes, en un golpe fuerte de un diamante contra otro, es más que probable que uno de los dos se quiebre.